Al día siguiente comencé a sentirme un poco mejor del resfriado pero los desarreglos intestinales comenzaron a presentarse. Iba acompañado por Andrés, un argentino de Mar del Plata. Así que me pasé tres días prácticamente bebiendo líquido y encerrado en casa. Tras un exhaustivo examen, el doctor Guillermo Sánchez me dijo que tenía una infección intestinal, deshidratación y la tensión muy baja. A pesar de nuestros miedos, siempre optamos por seguir el camino que nos dicta el corazón, que es un camino tan sumamente personal, que si lo oímos con detenimiento y calma, nos dará todas las respuestas que necesitamos a lo largo de nuestra vida.