Anécdota bastante curiosa y que como dice Edu, permitió dar a conocer a aquel equipo, originada por una de las numerosas pifiadas de la FIFA (a veces pienso que sus directivos, en lugar de echarse un chorrito de coñac al café se echan un chorrito de café al coñac). Admito que personalmente, no me gustan nada esos colores, a menos que se pretendan usar como chaleco reflectante.