Contó Barbosa, arquero de Brasil en el Mundial de 1950, que aquella fue la frase, de una señora a su hijo, fue lo que más le dolió en su vida. Un extremo que ha pasado desapercibido para el aficionado común (al no jugar en una de las cinco grandes Ligas), camiseta marruecos pero que está subrayado en color ojo en las libretas de todas las secretarías técnicas de Europa. Pretendemos un torneo en el que las familias acompañen, concurriendo a las canchas dispuestas a alentar a sus hijos, en la que debiera ser una etapa muy feliz en sus vidas.